El duelo es un proceso normal tras una pérdida, sea de un ser querido o de algo importante para nosotros. Sin embargo, muchos de los síntomas pueden parecerse a un estado depresivo, debido a las alteraciones en el estado de ánimo, disminución del interés por actividades, cambios en el patrón de sueño, alimentación y en el peso, así como por la intensidad y duración de la sintomatología.
La psicoterapia puede contribuir a que ese momento, tan difícil, sea vivido con menos dolor a medida en que se va incorporando a una rutina distinta, así como añadiendo nuevas actividades que pueden ayudar a sobrellevarlo. No hay un tiempo definido para este proceso, ya que depende de cada persona y de la pérdida que ha sufrido.

Son muy conocidas las 5 etapas del duelo de Elisabeth Kübler-Ross, siendo estas la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación, pero no siempre ocurren de forma progresiva y algunas personas pueden pasar por apenas una de ellas. Es importante subrayar que la tristeza es una emoción como cualquier otra, una reacción a algo que nos hace sufrir, de modo que es importante sentirla, principalmente en el duelo, como parte de la aceptación de la pérdida.
Considerando que cada vez más, en nuestra sociedad, vulgarizamos el sufrimiento e intentamos evitarlo a toda costa, como si fuera algo malo o inadecuado, muchas veces se puede provocar una serie de consecuencias. No obstante, lo importante es identificar el impacto de la pérdida y los posibles síntomas que pueden surgir y trastornos que pueden desencadenarse, como la ansiedad, el estrés postraumático, la depresión, entre otros y buscar apoyo profesional para manejarlo, en estos casos.
Los fármacos suelen ser la primera elección, debido a la inmediatez de sus efectos, y en muchas ocasiones son recomendables por un período de tiempo, pero no pueden sustituir el trabajo personal de aceptación del proceso.