
Depresión: el mal del siglo
La depresión es un trastorno psicológico muy frecuente y suele afectar de manera general a la vida familiar, profesional y social del individuo.
La presencia de un estado de ánimo deprimido, como sentirse triste, vacío o sin esperanza y/o la pérdida de interés o placer en actividades que antes parecían apetecibles o agradables puede ser un indicativo de depresión cuando están presentes al menos por un par de semanas.
Además de estos síntomas centrales, la persona puede observar cambios importantes en el peso corporal (ganancia o pérdida), alteraciones en el patrón de sueño, ya sea por presentar dificultad para quedarse dormido, despertarse muchas veces por la noche o más temprano que lo habitual, así como tener somnolencia a lo largo del día o dormir más que lo de costumbre.
También suele aparecer fatiga, cansancio y pérdida de energía para las actividades diarias. Así como, se puede observar cambios a nivel conductual, como estar más agitado o más lento, sea en movimientos, posturas, maneras de hablar, etc.
Muchas veces, los sentimientos de culpa o inutilidad pueden acompañar los demás síntomas, seguidos por dificultad de concentración o de tomar decisiones y en ocasiones pensamientos o ideas relacionados a la muerte, como un intento de huir de una realidad difícil o algo que provoca mucho sufrimiento.
Lo más importante al identificar estos síntomas es buscar ayuda profesional. Sea para buscar más información, evitar que los síntomas empeoren y principalmente para sentirse mejor, ya que la depresión es tratable y los resultados de la psicoterapia pueden promover un cambio muy positivo y más calidad de vida.